2015, historia de un fracaso.

Mi 2015, a pesar de que los años empiezan en Enero yo siento el cambio en septiembre con la vuelta a lo cotidiano.

En mi septiembre de 2015 me adentre en una aventura, maletas en mano, empecé de 0 sola en una nueva ciudad, etapa universitaria creo que lo llaman. Sin saber freír un huevo frito ví que era una buena idea empezar a vivir sola, ilusa yo que pensé que me las podría apañar por mi misma.

Los primeros meses fueron duros, no acababa de encontrar mi lugar, muchas tardes en soledad a excepción de aquellas en las que tenía que hacer trabajos de clase. Luego vino la navidad, vuelta a casa y con los míos, vuelta al calor.

Con la navidad también vinieron el tiempo de estudiar pero eso pareció que a mi no me llegó a tiempo y entonces cayeron todas las asignaturas, suspenso tras suspenso se fueron publicando hasta llegar a hacer un plano. Fue un fracaso, no me sentía ni cómoda en mi nuevo hogar y sobretodo me sentía mal por hacer pagar a mis padres para no hacer nada. Sentí que me ahogaba en el vaso que yo misma había llenado así que sentí que solo les podia mentir, que reconocer que les había fallado de esa forma no era la opción correcta y que en Junio sería el momento de arreglarlo todo.

Poco a poco con el semestre nuevo descubrí a mis hoy dos amores de compañeras de piso que tengo, con quien a pesar de que las tres no tenemos nada parecido, consigo conectar de una forma más que impresionante. Con ellas empezaron las noches de desfases, acabamos con una colección considerada de alcohol barato y entradas de discotecas, hasta nos parecía buena idea beber los lunes con eso creo que se explica todo.

Los meses pasaron rápido entre pintxos y copas, líos y risas y vino mayo, que creo que no hace falta explicar mucho. Con mayo al igual que en navidad viene el tiempo de hacer algo productivo. Sin embargo problemas con mi mejor amigo me sentían no estar al 100% y las ganas de fiestas podían a cualquier otro plan. Volvieron a llover los suspensos aunque esta vez no hice pleno.

Después de mi doble fracaso, con las mentiras que eso volvió a implicar, vino Junio, tiempo de recuperaciones, tiempo de dar todo de mi hasta no poder más y así conseguir volver a tener a mi lado a mi compañero de batallas. En esta ocasión di lo mejor de mi, conseguí salvar todo salvo dos asignaturas, pero las mentiras ya estaban allí y no me dieron otra posibilidad que tener un cambio.

Tras un verano difícil, entre idas y venidas, sin saber muy bien que hacer, hoy me encuentro escribiendo desde casa. Bueno, desde casa de mis padres, porque aunque ahora me encuentro en una carrera nueva vivo con mis dos amores en la ciudad que me ha hecho a pesar de joderla como nadie, ser feliz y quererme un poquito más. Aunque muchos digan que es fea yo solo pienso que no han sabido encontrar su encanto.

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