Mi persona favorita

Siempre que alguien me preguntaba quien era mi persona favorita, no dudaba y respondía que tú, a pesar de que ni siquiera eras una persona. Sin embargo, nunca había nadie con quien me apeteciese más compartir mi tiempo que contigo, ni que me hiciese tan feliz solo con estar. Tenías la capacidad de sostener mi vida solo con tu presencia, de entenderme sin necesidad de palabras. 

Muchos que conozcan tu historia podrían pesar que fuiste tú el afortunado. Un perro que desde pequeño fue maltratado hasta llegar al punto de sufrir una lesión de por vida, que no solo les basto con eso, que después de hacerte daño, te abandonaron pero que finalmente tuviste suerte y la vida te brindo una familia que te quería por encima de cualquier cosa. Cualquiera podría pensar que tú fuiste el que ganó, sin embargo, fui yo. Gané yo porque contigo la palabra soledad dejo de tener sentido, porque cuando llegaba a casa con el corazón roto y llena de heridas, tú eras el primero -literal y metafóricamente- es lamerle las lagrimas y las heridas, porque cuando todo estaba mal eras , a tu manera,  el encargado de intentar mantenerme en pie, y vaya que si lo conseguiste.

Compartir mi vida contigo estos catorce años han sido un regalo que no merecía pero por el que doy gracias a lo que sea o quien sea que esté arriba que te puso en mi camino. Gracias por estos años siendo mi compañero de vida, mi persona favorita. 

Te echo de menos oso