Diario de una huida

Es curioso cuando sentimos la necesidad de huir, hacemos las cosas con mas rapidez sin ni siquiera darnos cuenta hasta que miramos que tenemos la maleta hecha y solo deseamos que sea la hora de llegada de nuestro medio de huida para poder irnos sin tener que decir adiós porque claro no nos estamos yendo, estamos escapando como si algo terrible nos acechase como si fuese el monstruo de debajo de la cama cuando posiblemente solo estemos huyendo de nosotros mismo en ese lugar.

Porque es triste estar en casa y sentir que no es casa sentir que te tienes que ir sin saber si vas a poder volver sentir que es tu casa porque ahora lo miras y solo es un edificio, solo es la ciudad en la que has crecido y no es tu hogar ni una parte de tu vida como era mismamente ayer ya que solo piensas que tienes que salir corriendo antes de que la tristeza acabe de inundarte.

Y aquí estoy a 4 horas de que tener que estar en la estación cruzando los dedos porque el reloj decida echarse un spring y ya sea la hora aun sabiendas de que mi destino tampoco es mi casa, tampoco es mi ciudad solo es un refugio para estar, porque iría a cualquier otro sitio donde fuese desconocida donde a nadie le importase, donde solo fuese una triste sombra que anda sin rumbo pero a veces es imposible. Demasiadas cosas nos atan para poder dejarlo todo atrás y empezar algo que puede que no te haga feliz pero al menos así podrías olvidar todo lo que estas dejando atrás.

Comentarios

Entradas populares